Si quieres el éxito en trading, obsesiónate con ello.
El nivel desmesurado de sacrificio y obsesión es lo que separa a aquellos que logran resultados extraordinarios de los que logran resultados ordinarios.
“De la obsesión viene la pericia, la confianza en la capacidad de análisis, la sensación de que si perseveramos con el sistema el tiempo suficiente, acabaremos sabiendo realmente cómo funciona.”
-Steven Berlin Johnson-
Mi obsesión por el trading.
Si llevas tiempo leyéndome, ya sabrás que soy un fiero defensor del equilibrio y la virtud. Intento mirar el prisma de la realidad desde la perspectiva más objetiva posible y, para mí, una pérdida de ese equilibrio impide ver la realidad de forma objetiva. Aunque a veces es necesario perder de cierta forma ese balance y volverte “loco” si quieres lograr algo extraordinariamente difícil.
La realidad, en esencia, no puede ser objetiva. Conformamos nuestra visión de la realidad en base a una perspectiva colectiva, experiencias y reglas —en su mayoría no escritas— para navegar este plano y ser capaces de sobrevivir en él.
Podría decirte que quiero dedicarme al trading para simplemente ganar dinero y vivir con una mayor calidad de vida, pero te estaría diciendo una verdad a medias. El trading ha resultado ser un medio para canalizar mi visión de la realidad y mi propósito, mucho más allá de lo que pueda darme como actividad profesional.
Nunca antes había sentido una obsesión pura hacia un propósito. Ya he comentado alguna vez que tuve una época de adicción a los videojuegos, pero podría considerar esa “obsesión” como una forma de distraerme de una realidad que no me contentaba y no como un medio para canalizar mi energía creadora.
La diferencia entre la obsesión por las adicciones y la obsesión por un propósito real radica en el poder transformador. Las adicciones transforman tu realidad en un ente oscuro y vacío, mientras que el propósito permite transformar esa energía destructiva en una energía creadora y mejorar cada ámbito de tu vida.
El secreto de los deportistas de élite.
Los deportistas de élite son un perfecto ejemplo de lo que significa esta obsesión por lograr objetivos. Piensan en ello desde que se levantan por la mañana hasta que se acuestan por la noche. Prácticamente todas sus acciones y decisiones están alineadas con el propósito de lograr los objetivos profesionales y alcanzar la excelencia en su campo. También se busca el reconocimiento de su valía por parte de los demás, lo cual puede ser un buen combustible si se utiliza inteligentemente —pero nunca puede ser el fin en sí mismo—.
Podríamos decir que son personas “desequilibradas” en cierta manera. El sacrificio que requiere para ellos lograr sus objetivos es demasiado grande, pero la obsesión no les permite verlo objetivamente. Es muy fácil decir mientras estás tirado en el sofá bebiendo cerveza que ese gol lo habrías marcado tú con los ojos cerrados, pero no tienes idea de todo lo que hay detrás de lo que se ve en la pantalla.
Ya solo el hecho de estar jugando al fútbol y ser retransmitido implica un nivel de sacrificio y talento que pertenece únicamente a un porcentaje muy pequeño de la población. Es probable que ese jugador que ahora tiene apenas veinte años, lleve desde los 2 años pegando patadas a un balón y desde entonces no piense en otra cosa que no sea jugar al fútbol de forma profesional.
Ese es el nivel de obsesión que se requiere para llegar a jugar entre los mejores, y ya ni hablemos para ganar títulos de calibre mundial.
Laser focus.
Donde diriges tu atención, la energía fluye. La obsesión es dirigir esa atención como si fuera un láser hacia un objetivo o propósito particular, sin dejar que las distracciones se interpongan en el camino.
Debes permitirte “desequilibrarte” y salir de lo normativo si quieres lograr objetivos extraordinarios, como en este caso pueda ser el de ganarte la vida con el trading.
Quizá tengas que renunciar en más de una ocasión a salir con tus amigos, a pasar tiempo viendo tu serie favorita o a scrollear en redes sociales. Puede que tengas que pasar menos tiempo de ocio con tu familia y anteponer ese objetivo por un bien mayor a futuro. Tu realidad ser irá amoldando en dirección a la obtención de ese objetivo, tus hábitos cambiarán y sufrirás una transformación —en muchos casos, dolorosa— como persona. Eso significa el sacrificio.
El nivel de ese sacrificio dependerá de la importancia que otorgues a la obtención de tus objetivos. Si reduces el sacrificio, reduces también la probabilidad de lograr esos objetivos o quizá te tome más tiempo lograrlos. O quizá los logres, pero de una forma más “descafeinada” en cuanto a que no serán resultados extraordinarios.
O bien incrementas el sacrificio, o reduces el deseo. Tu éxito será directamente proporcional al nivel de sacrificio que estés dispuesto a asumir.
El nivel desmesurado de sacrificio y obsesión es lo que separa a aquellos que logran resultados extraordinarios de los que logran resultados ordinarios. La mediocridad es un estado de conformismo, y sólo el inconformista será capaz de romper con la mediocridad en su vida.
Encontrar el equilibrio dentro de la obsesión.
Pero, de nuevo, volvamos al punto de equilibrio. En ningún momento deberás sentirte superior al resto por estar persiguiendo un objetivo extraordinario o por vivir una vida diferente a la de la mayoría. Ser un inconformista no implica que seas mejor que los demás, sólo has descubierto tu propósito de vida y estás dispuesto a hacer lo que esté en tu mano por cambiar tu realidad —lo cual es una suerte, no mucha gente puede decir lo mismo—.
En todo momento, independientemente de tu obsesión, deberás mantenerte enfocado y humilde con respecto al resto de personas. Siempre habrá alguien que tenga algo que enseñarte, y si permaneces cerrado a escuchar no podrás expandir tu visión.
Una cosa es obsesionarse con lograr un objetivo, y otra distinta es usar esa obsesión como excusa para mirar al resto por encima del hombro y creerte superior. La verdadera obsesión saludable se caracteriza por la capacidad de mantenerse humilde en todo momento. Como he dicho antes, si lo haces por prestigio o reconocimiento lo estás haciendo por la razón equivocada y no tardarás en chocarte con el muro de la insatisfacción. Hay que saber encontrar el equilibrio también dentro del inconformismo, aprendiendo a disfrutar del momento presente y agradeciendo todo aquello que ya tienes aquí y ahora.
Lo que me está acercando a mis objetivos como trader es mantenerme obsesionado día tras día. Hace un año surgió un punto de no retorno en el que decidí que este era mi modo de vida y que iba a lograr lo que me propusiera. Dejaría de ir a medias tintas y empezaría a dedicarme en serio a aprender esta habilidad para escapar del trabajo por cuenta ajena de 40 horas a la semana.
Para mí, el dolor de trabajar lejos de mi propósito es mucho mayor que el dolor que requiere el sacrificio hacia lograr mis objetivos. Aunque a veces se me pasara por la cabeza la idea de abandonar, al recordar lo miserable que me sentía en mis anteriores trabajos me hacía volver a recuperar el foco. Aunque a veces pasara más tiempo de la cuenta consumiendo contenido basura en redes sociales, enseguida he sido capaz de volver a enfocarme al recordar el dolor que me supondría volver a mi vida anterior.
Mi obsesión tiene como combustible el dolor que me proporciona la visión hacia volver a un estilo de vida pasado que no me satisfacía ni me hacía sentir vivo. Eso es lo que me empuja a levantarme temprano cada mañana para operar, pasar horas frente al gráfico, realizar mi journal, grabar vídeos para YouTube y escribir todo esto que lees aquí.
Todas mis acciones están dirigidas hacia lograr el propósito de vivir de mi trading y seguir ampliando mis límites como ser humano.
Aún así, me permito distraerme de vez en cuando. Comparto tiempo de calidad con mis amigos y mi familia y veo en mis ratos libres alguna serie que me guste en Netflix. Trato de mantener un equilibrio dentro de esta obsesión, y nadie nunca sabrá todo lo que habré realizado para llegar a lograr mis objetivos. Aunque muestre todo mi proceso públicamente, hay mucho trabajo detrás de cámaras que sigue sin verse y es requerido para lograr los resultados deseados.
Ese tiempo es algo particular que no debe ser compartido; cada uno tenemos nuestro ritmo, por lo que debemos respetarlo y vivirlo en silencio para descubrir nuestro propósito.
Como he dicho al principio, la realidad no es objetiva. Cada persona conforma su propia realidad y es la confluencia de todas nuestras realidades la que crea una visión del mundo más “objetivo”. Todos podemos estar de acuerdo en que el cielo es azul, pero si le preguntas a un animal que no percibe el color azul y supiera hablar no podrías convencerle de que es azul porque él lo percibe de otro color. Entonces, ¿quién tiene la razón y la verdad absoluta sobre cómo son las cosas?
En mi opinión, nadie y todos a la vez. Tú tienes razón en decir que el cielo es azul, y el animal también al decir —si hablara— que es de otro color. Una vez dejas el ego atrás, te da igual tener la razón o no. No entrarás en debates sin-sentido ni intentarás convencer al resto de que lo que tú sabes es lo correcto y lo que los demás saben está mal.
Incluso todo esto que te expongo es mi opinión y visión particular con la que tú puedas estar en desacuerdo, y así está bien. No pretendo convencerte, sino exponer mi visión de la realidad de forma amigable para poder aprender unos de otros y seguir acercándonos a nuestro máximo potencial humano a través de la obsesión por nuestros propósitos.
Permite que la obsesión te guíe y te dé fuerzas para continuar en tu creación de la realidad, pero no permitas bajo ningún concepto que alimente a tu ego y te haga sentir superior al resto.
Sigue tu misión y trata de mejorar cada día; de esa forma ya estás contribuyendo a crear un mundo mejor. Aunque el trading sea una actividad muy individual y a veces pareciera egoísta, piensa que por un lado te está haciendo crecer como ser humano —lo cual permitirá a tu círculo disfrutar de una mejor versión de ti mismo— y por otro lado te dará los ingresos como para poder disfrutar mejor de tu tiempo y regalar experiencias a tus seres queridos.
Por ejemplo, a mí me encantaría tener la capacidad económica como para regalar a mi familia cuando quisiera una buena comida en un restaurante, o un buen viaje para disfrutar de esas nuevas experiencias en familia y saber que han salido fruto de mi esfuerzo por dominar esta habilidad.
Ya llegará. Ahora es momento de mantenerse enfocado y poco a poco derrumbar esas creencias limitantes que de momento me separan de los resultados que busco. Tiempo al tiempo.
Si tú también tienes sueños y objetivos dentro de este bonito mundo del trading, ve por ellos sin miedo. Puede que tarden en llegar y que el sacrificio requerido sea doloroso, pero es mejor renunciar al placer barato del hoy que a un placer sostenido y de calidad para el resto de tu vida.
Espero que logres todos tus objetivos, aunque ello implique vivir obsesionado —de forma saludable— con ello. Mejor eso que ahogar la insatisfacción del momento presente en adicciones y entretenimiento barato.
Un abrazo y Buen Camino.
Guille.
Wow, cada palabra, cada frase son increibles! Gracias Guille por escribir esta maravilla.
No podría estar mas de acuerdo! Todo lo dicho en estos párrafos demuestra un gran crecimiento interior de tu parte, no conocí al Guille de antes pero por lo que cuentas has dado un salto del suelo a la luna! Felicitaciones y gracias por ese trabajo que con tanta dedicación y cuidado nos trasmites por todos los medios posibles, algunos les gustara leer y otros ver y escuchar y a otros una conversación mas relajada y tu estas abarcando todo eso, de manera de llenar un poco esos vacíos que todos llevamos por dentro. Yo se que cuando las cosas se hacen desde el corazón (cuando damos mas de lo que se espera), así como tu lo haces, no habrá mayor recompensa que el hecho de que todos vayamos creciendo y mejorando en el trading junto contigo… y esa recompensa espero que sea extraordinariamente grande!